Si eres una persona a la que le preocupa mucho su futuro y quieres tener atados los cabos de situaciones adversas que puedan producirse en aquel, te va a interesar conocer el término de testamento vital.
Este, al contrario que el testamento sucesorio que está relacionado con los bienes que se poseen, se refiere al cuerpo de la propia persona. Sí, es el que determina lo que ella en cuestión desea que suceda con aquel si llegan a tener lugar determinados hechos que pongan en serio peligro su salud o su vida.
Sigue leyendo y conocerás a fondo a qué nos estamos refiriendo.
¿Qué es realmente el testamento vital y para qué sirve?
Testamento de Voluntades Anticipadas o Documento de Instrucciones Previas es como también se conoce al testamento vital. Está regulado tanto por normativas de cada comunidad autónoma como por la ley estatal 41/2002.
Básicamente quien lo realiza lo que viene a dejar de manifiesto es el conjunto de tratamientos o cuidados médicos que desea recibir si sufre una enfermedad que le impide tomar una decisión respecto a aquellos. Pero no solo eso, también en dicho documento puede indicar qué desea que suceda con su cuerpo y con sus órganos en caso de fallecer.
¿Qué contenido tiene un testamento vital?
Partiendo de lo que es el citado testamento, tenemos que establecer que en él se incluyen los siguientes apartados o aspectos:
- Como hemos mencionado, recoge los tratamientos y cuidados médicos que la persona quiere o no recibir en el caso de que sufra una situación médica que no le impida expresar su voluntad así como en una enfermedad que sea irreversible o terminal.
- También viene a determinar si dicho individuo desea ser sometido a tratamientos experimentales o no.
- De la misma manera, en él el ciudadano deja de manifiesto si quiere recibir asistencia religiosa o no.
- Asimismo, en él se designa a la persona que debe convertirse en interlocutor o representante de él frente al equipo médico, que debe tomar decisiones en momentos determinados o que debe interpretar sus indicaciones.
- Además de todo lo indicado, también viene a indicarse en él si la persona, en caso de que fallezca, desea que sea enterrada o incinerada. Y no solo eso, también expresa si quiere que su cuerpo sea donado a la ciencia o si desea que sus órganos sean donados para salvar a otras personas.
En líneas generales, estos son los aspectos que se vienen a recoger en el mencionado testamento, que entra en vigor desde el momento en el que se redacta.
Requisitos para hacer el testamento vital
Para poder tener un testamento de este tipo es importante saber que la persona en cuestión tiene que cumplir con una serie de condiciones o características:
- Debe ser mayor de edad. Eso sí, los ciudadanos con edades comprendidas entre los 16 y los 18 años también pueden hacerlo siempre y cuando estén emancipados y, por tanto, su tutoría legal no esté en manos de un adulto.
- De la misma manera, es requisito imprescindible que se encuentre en plena posesión de sus facultades mentales.
- Y también es necesario que lleve a cabo la creación del citado testamento sin estar sometido a ningún tipo de coacción.
A estas condiciones se añade también el que es obligatorio que dicho documento se redacte y esté por escrito.
¿Cómo hacer el testamento vital?
Como hemos mencionado, cada comunidad autónoma tiene una normativa respecto al testamento vital. No obstante, tenemos que establecer que, a nivel general, existen tres maneras de tenerlo:
- A través de la Administración autonómica, ante el funcionario habilitado para ello.
- Realizando un documento privado y ante tres testigos. Testigos que no pueden tener ningún tipo de relación patrimonial con la persona que realiza el testamento. De la misma manera, se hace obligatorio que aquellos tengan capacidad de obrar y que dos de ellos no sean hijo, padre, sobrino o tío del citado.
- Ante notario a través de una escritura pública.
Asimismo, hay que saber que para que ese documento tenga absoluta validez debe presentarse en el Registro de Voluntades Anticipadas o de Instrucciones Previas de la comunidad autónoma en cuestión.
Además del citado testamento, hay que aportar el historial clínico, una copia del Documento Nacional de Identidad de la persona que lo realiza y de sus testigos así como una copia del mismo.
Otros datos de interés
Por todo lo que hemos subrayado, queda patente que este tipo de testamento es muy importante de cara a afrontar situaciones complicadas y de facilitar las cosas a los seres queridos llegada una enfermedad grave o el fallecimiento. No obstante, según distintas fuentes oficiales, son muy pocas las personas que en nuestro país lo realizan, solo 1 %.
De la misma manera, hay que saber que dicho documento se puede modificar y también se puede anular. Cualquiera de las dos acciones requieren recurrir a la vía usada para darle forma y ahí seguir las indicaciones pertinentes que se den en cada caso. Esto sin pasar por alto que hay que informar de las modificaciones o de la eliminación realizada a quienes han ejercido como testigos en su creación.