Las tarjetas de crédito y débito son la forma de pago más utilizadas en nuestro día a día. Conforme va pasando el tiempo, cada vez son más utilizadas en España donde aún existe la costumbre de pagar los pequeños gastos en efectivo, mientras en otros países las tarjetas se utilizan para pagar hasta un simple café o la barra de pan. Aún así, hay en nuestro país más de 75.000 tarjetas en circulación de las cuales dos terceras partes son de crédito.
Elegir una buena tarjeta es fundamental en función del uso que le vayas a dar ya que cada tipo de tarjeta tiene una u otra ventaja y está enfocada a un determinado público.
Para que no te equivoques en tu elección, nosotros te vamos a mostrar los que en nuestra opinión son las mejores tarjetas de crédito y débito a día de hoy.
Mejores tarjetas de crédito
Tener una tarjeta de crédito buena te hará pagar menos por el dinero que tomes prestado, conseguirás un mayor crédito y te dará más beneficios cuando pagues con ella, como pueden ser descuentos en tus compras o seguros de viaje gratis.
A continuación te mostramos las que más nos gustan:
Tarjeta | Valoración | Destacamos | Contratar |
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Coste de la tarjeta: GRATIS Sin cambiar de banco Límite crédito: 10.000€ TAE: 26,82% | |||
Coste de la tarjeta: GRATIS Seguros incluidos Límite crédito: 6.000€ TAE: 24,60% | |||
Tarjeta Evo Finance | Coste de la tarjeta: GRATIS Sin necesidad de cambiar de banco Límite crédito: 5.000€ TAE: 21,00% | ||
Tarjeta Bankia | Coste de la tarjeta: 34,00€ 2% ahorro en estaciones GALP Límite crédito: Puede variar TAE: 26,10% | ||
Coste de la tarjeta: GRATIS Puedes utilizar todos los cajeros Límite crédito: 5.000€ TAE: 21.00% | |||
Tarjeta Bankintercard | Coste de la tarjeta: GRATIS 5% de ahorro en compras Límite crédito: 5.000€ TAE: 26.82% | ||
Tarjeta ING | Coste de la tarjeta: GRATIS 3% de ahorro en GALP y Shell Límite crédito: 3.500€ TAE: 15,00% |
Mejores tarjetas de débito
Una buena tarjeta de débito te permite pagar con ella en cualquier lugar como si de dinero en efectivo se tratase. Con este tipo de tarjetas gastas lo que tienes pero sin necesidad de llevar dinero encima. Con ellas podemos pagar en tiendas físicas o en compras online y si lo deseamos podremos sacar dinero en efectivo en los cajeros asociados a cada una de ellas. A continuación puedes ver el ranking de mejores tarjetas de débito del año.
Tarjeta | Valoración | Destacamos | Contratar |
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Coste de la tarjeta: GRATIS Saca dinero gratis en todo Europa (5 al mes) App muy intuitiva y útil Tecnología Contactless | |||
Coste de la tarjeta: GRATIS Sacar dinero gratis (200€/mes en tarjeta gratuita) Pago en cualquier divisa y transferencias al extranjero con tipo de cambio oficial | |||
Tarjeta ING | Coste de la tarjeta: GRATIS Ahorro del 3% en casolineras Galp y Shell Descuentos en tiendas | ||
Coste de la tarjeta: GRATIS Seguros incluidos Tecnología Contactless | |||
Tarjeta débito EVO | Coste de la tarjeta: GRATIS Puedes utilizar todos los cajeros del mundo gratis Cobertura de accidentes | ||
Coste de la tarjeta: GRATIS Red cajeros Santander Tecnología Contactless |
Mejores tarjetas sin cambiar de banco
Si lo que quieres es contratar una buena tarjeta de crédito sin cambiar de banco, has de saber que esto ya es posible. Hoy en día puedes tener lo mejor de tu banco vitaminado con la mejor tarjeta de crédito del momento.
Tarjeta | Valoración | Destacamos | Contratar |
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Tarjeta Evo Finance | Puedes tener tu tarjeta EVO sin tener una cuenta asociada a ella en este banco. TAE: 21,00% | ||
WiZink es perfecto si quieres contar con una tarjeta que te permita comprar en cualquier lugar y ahorrar con tus compras. TAE: 27,24% | |||
Tarjeta prepago perfecta para comprar online de forma anónima. No requiere verificación (ASNEF). Coste de activación: 69,90€ + cuota anual: 19,90€ TAE: 27,24% | |||
Tarjeta Bankintercard | Tarjeta de crédito recomendada que te devuelve hasta el 7% de tus compras apalzadas. TAE: 26.82% | ||
Tarjeta recargable que te permite sacar dinero gratis en bancos de España y pagar en moneda extranjera sin comisión en el cambio de moneda. |
Qué son y para que sirven las tarjetas
Lo primero que hay que saber es qué son. Pues bien, podemos decir que son unas tarjetas bancarias que funcionan como medios de pago. En concreto, vienen a sustituir al dinero en efectivo, fundamentalmente. Básicamente podemos determinar que son emitidas por una entidad financiera o banco y su aspecto es el de un rectángulo de plástico.
En concreto, varias son las funciones que se pueden llevar a cabo con las mismas, entre las que podemos destacar las siguientes:
- Se convierten en un medio para poder hacerle frente al pago de un artículo o bien al pago de un servicio del que se ha disfrutado. De ahí que sean útiles para adquirir la compra de una prenda de vestir en una tienda o de abonar la cuenta del restaurante en el que se ha estado comiendo, por ejemplo. Eso sin olvidar que también se pueden emplear para esas mismas funciones pero vía online.
- De la misma manera, hay que exponer que también permiten a sus dueños el poder acceder a un cajero automático y poder sacar el dinero que necesite.
Elementos fundamentales de una tarjeta
No solo es importante conocer qué es una de las tarjetas que estamos abordando sino también cuáles son los elementos básicos que le dan forma a la misma. En concreto, en ellas, que son de plástico y que tienen unas dimensiones de 85,60 milímetros x 53,98 milímetros, cobran especial relevancia estos datos:
- La identificación de la entidad emisora de la tarjeta, que suele aparecer en la zona superior.
- Un microchip, que contiene los datos de la propia tarjeta y del portador y que permite que pueda ser utilizada convenientemente.
- El nombre y apellidos del titular.
- El mes y el año de caducidad.
- El número de la tarjeta. Este se compone de varios dígitos que hacen referencia al tipo de tarjeta, identificación de país y emisor y el código interno de la entidad de asociación de la tarjeta al cliente.
Todos estos elementos, aparecen en la parte delantera de la tarjeta, que incluso se puede personalizar, si así lo desea el titular, con algún motivo, escudo o fotografía en concreto.
No obstante, en la parte trasera se encuentra tanto la firma del titular como lo que se conoce como código CVV de la tarjeta. Este, también llamado Card Verification Value, es un elemento de verificación que sirve para confirmar que quien la está usando es su verdadero dueño y la tiene en su poder.
Por regla general, ese código se compone de tres números y es muy habitual que se solicite en las compras online. Se recurre a pedir el mismo para evitar que alguien que no la tiene en su mano y que no es su propietario pueda hacer uso de ella.
Asimismo, es habitual que en el reverso de la tarjeta se incluya tanto la dirección web de la entidad financiera en cuestión como también el número de teléfono que tiene para atender a sus clientes.
Diferencias entre tarjeta de crédito y de débito
Varios son los tipos de tarjetas que existen. No obstante, básicamente dos son los grandes modelos que usa la mayoría de la población:
- La tarjeta de crédito, que es empleada de manera muy frecuente como método de pago. Tiene la particularidad de que cuando se usa como tal, la cantidad en cuestión no es abonada de manera inmediata por lo que es el dinero del titular. Y es que este paga a crédito lo que significa que financia su compra y luego, en la fecha de vencimiento, deberá hacerle frente a ese importe y a los correspondientes intereses que se hayan generado.
- La tarjeta de débito, por otro lado, tenemos que exponer que funciona exclusivamente con el dinero que posee el titular en la cuenta asociada a aquella.
Para que te pueda quedar mucho más claro las diferencias entre ambas podemos estructurarlas de la siguiente manera. Toma nota:
- El método de pago. Sin lugar a dudas, la más notable diferencia entre ambas hace referencia a este aspecto. Y es que, como hemos mencionado antes, en la tarjeta de débito el pago se hace directamente a la cuenta de su titular y al dinero que tiene en esta mientras que en la de crédito no. La de crédito se puede utilizar incluso aunque no haya fondos en la citada cuenta porque el titular abonará el importe del pago y sus correspondientes comisiones en la fecha de vencimiento establecida. En concreto, las de crédito cuentan con dos modalidades de pago fundamentalmente: pago fraccionado, que permite devolver el dinero gastado a través de cuotas mensuales, y el pago total a final de mes o principios del siguiente.
- Los límites. Partiendo de lo esgrimido en el punto anterior, podemos establecer que mientras que la de débito sí tiene límites para ser usada, el dinero que hay en la cuenta, en la de crédito no existen en líneas generales.
- Los intereses. En esta lista de aspectos que las “separan” tenemos que establecer que los intereses son otros. Sí, porque mientras es realmente raro que existan en las tarjetas de débito, sí los hay en las de crédito. En concreto, esos intereses son los que establece la entidad bancaria al titular por haber fraccionado pagos o por haber podido retirar dinero.
- La financiación. Otra notable diferencia entre las tarjetas que nos ocupan es que en la de débito no hay financiación de ningún tipo, porque al pagar el importe se carga directamente en la cuenta, y en las de crédito sí existe. Claro y es que están permiten al titular el financiar sus compras y poder pagarlas a plazos ya que se adquieren productos o servicios sin abonarlos en ese momento desde la cuenta.
Por supuesto, aunque estas son las más utilizadas, no podemos pasar por alto tampoco la existencia de las llamadas tarjetas prepago, que están consiguiendo una gran relevancia en los últimos años para llevar a cabo, sobre todo, compras online. De las mismas podemos destacar que funcionan de manera similar a las de débito salvo con la diferencia de que el dinero para pagar no se obtiene de una cuenta. Y es que esas ya poseen un dinero que ha sido recargado previamente por su titular. De ahí que no pueda gastar más de lo que ha “añadido”.
Como decíamos han conseguido ser las preferidas de quienes compran mucho por Internet porque ofrecen una gran seguridad por varios motivos:
- No tienen ninguna cuenta asociada. De ahí que si se extravían o alguien las roba no hay que temer por el dinero que se tenga en la citada cuenta.
- El dueño de la tarjeta la va recargando puntualmente cuando tiene que realizar una compra y tras esta vuelve a quedarse a cero euros. Por eso, se evita que si una persona ajena la roba o pretende usarla de manera fraudulenta pueda conseguir emplearla.
Ventajas e inconvenientes de las tarjetas de crédito
Una vez que has podido conocer las principales modalidades de tarjetas que existen, es interesante que procedas a descubrir los pros y contras de esas. En este caso, de las de crédito.
¿Qué te parece si comenzamos por las ventajas? Aquí tienes las más significativas:
- Dan la oportunidad de pagar mediante cuotas las compras que se realicen.
- No menos relevante es que es una tarjeta de crédito es una estupenda alternativa para poder realizar cualquier pago de un producto o servicio aunque en ese momento no se tenga dinero suficiente en la cuenta bancaria.
- Dan la oportunidad de disfrutar de los llamados avances en efectivo, que permiten obtener dinero inmediato en cajeros o en oficinas bancarias.
- Se considera que son una notable medida de seguridad con respecto a llevar dinero en efectivo y también son más cómodas que tener la cartera con billetes y monedas.
- No menos relevante es que ofrecen una gran facilidad de pagar cuando no se lleva efectivo.
- Además son una buena herramienta para poder hacerle frente a una emergencia, cuando no se tiene dinero.
Por el contrario, entre los inconvenientes más notables podemos hacer hincapié en estos otros:
- Suponen tener que hacerle frente a los correspondientes intereses. De ahí que se le añada valor al coste final de cualquier compra que se lleve a cabo.
- No menos relevante es que se considera que favorecen el consumismo. Y es que el titular de una tarjeta de crédito se puede “animar” a comprar más aunque en ese momento no tenga todo el dinero que necesita.
- Se corre el riesgo de que sea robada y que se realicen compras y pago de servicios de distinta índole lo que supondrá hacer cobros sin que el titular lo sepa. Eso sí, este en cuanto descubra que le ha sido sustraída debe llevar a cabo una serie de trámites, comenzando por anular la tarjeta, para evitar su uso fraudulento cuanto antes.
Ventajas e inconvenientes de las llamadas tarjetas de débito
Si importante era conocer los pros y contras de las llamadas tarjetas de crédito, también lo es descubrir los aspectos a favor y en contra de las de débito. Y es que esta es la mejor manera posible que existe de poder tomar una decisión acerca de cuál se desea solicitar en la entidad bancaria correspondiente.
¿Te parece que comencemos por sus ventajas? Pues estas son las más significativas sin lugar a dudas:
- Facilitan el no tener que llevar dinero en efectivo encima, lo que puede resultar mucho más cómodo.
- Permiten realizar el pago de cualquier compra o servicio de una manera realmente sencilla y rápida. Y es que básicamente en el negocio en cuestión habrá que presentarlas y marcar el número de identificación personal o PIN.
- Frente a las de crédito, se considera que permiten controlar mucho mejor los gastos. Esto es debido a que esas tarjetas simplemente tienen como crédito el dinero que sus titulares poseen en su respectiva cuenta bancaria. Es decir, que fomentan menos el consumismo que las anteriores que hemos abordado.
- A la hora de tener una tarjeta de este tipo es mucho más sencillo. Sí, porque el banco pedirá menos requisitos para otorgarla. Es más, simplemente abrir una cuenta ya permitirá obtener una sin ningún problema.
- De la misma manera, permiten sacar dinero en el cajero automático de forma inmediata.
- El hecho de que el dinero que utilizan es el que hay en la cuenta, evita que luego haya que pagar intereses por las compras, como sí ocurre con las de crédito. Sí, porque no utilizan el dinero del banco sino el propio. Y esto se establece que es una medida de seguridad para el titular en tanto en cuanto no va a endeudarse por el empleo de la tarjeta.
- En esta lista de ventajas que nos ocupa no podemos pasar por alto el hecho de que las tarjetas de débito se pueden utilizar no solo en cualquier establecimiento en España sino en cualquier negocio del mundo. Y esto es una gran ventaja cuando se viaja al extranjero y no se dispone de moneda oficial del país en cuestión.
Una vez que hemos podido conocer los aspectos más favorables de estas tarjetas, llega el momento de poner sobre la mesa sus principales desventajas, entre las que destacan las siguientes:
- El disponer de ellas requiere que los titulares tengan que hacerle frente al pago de ciertos servicios relacionados con las mismas tales como cuotas anuales, renovación...
- En el caso de que a una persona le sea robada su tarjeta de débito y alguien realice un uso fraudulento de la misma es más complicado demostrar que ha sido así. Y es que en estas tarjetas el pago de la compra o servicio es inmediato y no como en las de crédito.
- Por regla general, por el empleo de estas las entidades bancarias no otorgan programas de incentivos de ningún tipo.
- Hay que tener en cuenta que cabe la posibilidad de que los titulares tengan que hacerle frente a ciertos pagos que los bancos establecen por no hacer uso de las tarjetas o bien por no realizar un empleo mínimo en cuanto a cantidad de esas.
Operaciones habituales con las tarjetas
En pro de que puedas conocer a fondo las tarjetas, para así tomar una decisión respecto a si te son necesarias, debes saber qué puedes hacer con las mismas. Con esto queremos decir a cuáles son las operaciones más habituales que puedes llevar a cabo con esas. Nos estamos refiriendo a acciones tales como estas:
- Proceder a pagar las compras que se han realizado en cualquier tienda, restaurante o negocio. De esta manera, vienen a sustituir por completo a lo que es la utilización del dinero en efectivo como tal. Eso sí hay que tener en cuenta que, con el avance de la tecnología, las tarjetas para acometer esta acción están comenzando a ser sustituidas por alternativas como Apple Pay o Samsung Pay, que permiten pagar con el teléfono móvil.
- Llevar a cabo compras online en cualquier tienda del mundo. Una acción esta última que se ha incrementado en los últimos años, ya que la Red permite adquirir cualquier producto o servicio de forma rápida, con absoluta facilidad, en cualquier momento sin tener que estar pendientes de horarios comerciales...Y todo eso sin pasar por alto que las compras luego se reciben cómodamente en casa.
- Por supuesto, otra de las operaciones más importantes que se realizan con las tarjetas es sacar dinero del cajero automático. Eso sí, como hemos visto, hacerlo con una de crédito o con una de débito trae consigo sus “consecuencias” en cuanto al coste que eso supone.
Recargar el teléfono móvil, realizar transferencias e incluso pagar recibos son otras de las acciones que se pueden acometer con absoluta facilidad gracias a estas tarjetas que nos ocupan.
Eso sí, no hay que olvidar que ahora tanto pagar compras en tiendas físicas como sacar dinero del cajero se hace mucho más fácil aún gracias al sistema Contactless que ofrecen algunos bancos y sus tarjetas. Básicamente permite abonar productos o retirar una cantidad en efectivo simplemente acercando la tarjeta por el terminal correspondiente.
Ventajas e inconvenientes de pagar con tarjeta
En apartados anteriores hemos apostado por conocer a fondo los pros y los contras de las dos principales tipos de tarjetas existentes, de crédito y de débito. Y ahora lo que queremos abordar es las ventajas y también los inconvenientes que trae consigo hacer uso de las citadas.
¿Te parece que comencemos por las citadas ventajas? Estas son las más significativas. Toma nota:
- Permiten llevar a cabo acciones tales como sacar dinero en un cajero o pagar unas compras de manera rápida, sencilla y segura.
- Como hemos mencionado, son una apuesta por la comodidad. Y es que evitan tener que llevar dinero en efectivo en la cartera.
- Se pueden utilizar en cualquier lugar del mundo. De ahí que se pueda viajar por el extranjero sin dificultad, sin tener que disponer de moneda oficial para abonar las compras que se lleven a cabo.
- Numerosas son las entidades bancarias que establecen descuentos, promociones e incluso bonificaciones en las compras si se utilizan las tarjetas para abonar productos o servicios.
- No menos relevante es que también son muchos los bancos que están apostando por ofrecer tarjetas sin costes de mantenimiento, emisión o renovación. Un aspecto realmente favorable para quien desea hacerse con una.
- De la misma manera, no hay que olvidar que la gran mayoría de las tarjetas llevan asociados seguros especiales por pérdida, robo o extravío e incluso para sufragar cualquier contratiempo que pueda suceder cuando se usan en el extranjero.
Si esos son los aspectos más beneficiosos de utilizar tarjetas, ya sean de crédito o de débito, los que te presentamos a continuación son los puntos en contra de las mismas:
- Se considera que ambos tipos, aunque las de crédito más, fomentan el consumismo. Y es que el hecho de que el comprador no esté “sujeto” al dinero en efectivo que posee en su cartera, le anima a gastar más.
- Disponer de una tarjeta va a requerir, en mayor o en menor medida, tener que hacerle frente al pago de comisiones que establezca el banco. Estas pueden ser por el mantenimiento, por la renovación, por la emisión, por el gasto que se realice...
- Aunque se pueden utilizar en todo el mundo, hay que tener en cuenta que puede ocurrir que se viaje a un país y se disfrute de un servicio o se compre un producto en un establecimiento donde no aceptan el pago mediante tarjeta.
- De la misma manera, no se debe pasar por alto el hecho de que puede suceder que la banda magnética de la tarjeta no esté bien o se estropee. Eso propiciará que a la hora de pagar el terminal de pago no la acepte, lo que es un verdadero problema si en ese momento no se cuenta con dinero en efectivo.
- Es cierto que son una herramienta estupenda para poder realizar compras online. No obstante, la Red está llena de “trampas” que pueden llevar a que un ciberdelincuente se haga con los datos de una tarjeta en cuestión y realice un uso fraudulento de la misma. De ahí que haya que extremar las precauciones al adquirir productos o servicios vía Internet si no se quiere que un desconocido pueda gastar dinero con nuestra tarjeta. Precisamente por este motivo, es por lo que han cobrado gran fama las tarjetas prepago que ya te dimos a conocer anteriormente.
Comisiones más frecuentes de las tarjetas
Como hemos mencionado en el apartado anterior, uno de los principales aspectos en contra de hacer uso de las tarjetas es que llevan a tener que hacerle frente al pago de comisiones. Pero, ¿cuáles son las más frecuentes? Básicamente las que te indicamos a continuación. Toma nota:
- Comisión por emisión. Sin lugar a dudas, uno de los costes más habituales que hay que sufragar al adquirir una tarjeta es al referente a la emisión de la misma. Supone un pago único y viene a abonar lo que serían los gastos que a la entidad financiera le supone el tener que realizar aquella en cuanto a estampación, fabricación, gestión...Eso sí, hay que tener en cuenta que cada vez son más los bancos que, para “animar” a sus clientes a tener una tarjeta, eliminan esta cuota y se la ofrecen de forma gratuita.
- Comisión o cuota por mantenimiento. Dentro del conjunto de comisiones que nos ocupa, esta es una de las más importantes y habituales. Es el coste que hay que abonar por mantener la tarjeta y por acometer la renovación de la misma cuando se establezca. Esta cuota puede ser mensual, trimestral o anual, eso depende de la entidad bancaria en cuestión. Entidad esta que, en algunos casos, pueda también eliminar este pago para clientes con características concretas.
- Comisión por retirada de efectivo en cajeros a crédito. De la misma manera no podemos pasar por alto que esta es otra de las comisiones más frecuentes que van asociadas a las tarjetas. En concreto, en la que nos ocupa se incluye desde el gasto por emplear el cajero en cuestión si no es de la entidad bancaria correspondiente hasta lo que supone sacar una cantidad que no es propia sino del banco, lo que supondrá pagar unos intereses.
- Comisión por retirada de efectivo en cajeros a débito. En este caso, nos estamos refiriendo a que el banco que hay detrás de la tarjeta va a permitir al titular de esta sacar dinero en sus cajeros sin coste alguno. No obstante, también le da la posibilidad de hacerlo en los de otras entidades bancarias y eso supone tener que hacerle frente a un gasto.
- Otras comisiones. De la misma manera, hay que tener en cuenta que existen otras comisiones que también están “a la orden del día”. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a las que van asociadas a tener que hacer un duplicado, porque la original se ha extraviado o se ha deteriorado, o bien a realizar una tarjeta extra. Esta última es la que se lleva a cabo cuando hay más de un titular asociado a una cuenta, ya que así esos pueden disponer cada uno de una tarjeta para poder utilizarla cuando consideren oportuno.
Pagar con tarjeta en el extranjero
Como hemos mencionado en apartados anteriores, una de las grandes ventajas de disponer de una tarjeta es que facilita enormemente el poder pagar en cualquier establecimiento cuando se está fuera de España. Es decir, que da la posibilidad de viajar teniendo una “herramienta” que permite abonar compras y servicios sin necesidad de tener que disponer de la moneda oficial del país en efectivo. Eso sin pasar por alto que es un estupendo recurso para poder hacerle frente a cualquier imprevisto que pueda surgir.
No obstante, hay que tener en consideración dos cosas muy importantes:
- Primero, que en la mayoría de las entidades bancarias se establece una comisión por la utilización de la tarjeta para realizar pagos en el extranjero.
- Segundo, que también existe una comisión bancaria por sacar dinero en lo que son cajeros automáticos de países de fuera de España.
Precisamente por ambas cosas hay que informarse muy bien cuando se vaya a solicitar una tarjeta de cuáles son los costes de esas comisiones establecidas por el banco. Y es que hay algunos que establecen gratuidad en el primer caso y una cuota muy reducida en el segundo.
Qué hacer cuando se pierde o te roban la tarjeta
Disponer de una tarjeta supone que se corra el riesgo de perderla, por cualquier despiste, o bien de que pueda ser robada. Ante eso, hay que saber muy bien cómo actuar, ya que es la manera de evitar que alguien pueda hacer un uso fraudulento de la misma y eso lleve aparejado no solo la pérdida de dinero de la cuenta sino también el que se adquiera una deuda con la entidad financiera, si la tarjeta es de crédito.
En concreto, si se extravía o es sustraída estos son los pasos a seguir:
- Lo primero será anular la tarjeta. Para eso, habrá que llamar por teléfono al número específico que tiene la entidad bancaria que ha emitido aquella. Se indicará lo sucedido y así se realizarán los trámites necesarios para evitar que un desconocido pueda utilizarla.
- Luego habrá que proceder a conocer los movimientos que se hayan podido realizar con la tarjeta. Esta es la manera de poder comprobar si alguien la ha empleado o no.
- A continuación, habrá que acudir a la policía para poder interponer una denuncia si la tarjeta ha sido robada o si se ha podido certificar que un desconocido la ha utilizado para realizar compras. Con esa denuncia se acudirá a la entidad bancaria para intentar reclamar la cantidad que ha gastado quien la ha sustraído.
- Por último, lo que quedará será conseguir una nueva tarjeta para poder seguir disfrutando de todos los beneficios que esa trae consigo.
Medidas de seguridad con las tarjetas
Tanto porque la puedan robar físicamente como que puedan coger sus datos vía online, hay que extremar la precaución cuando se tiene una tarjeta y cuando se hace uso de la misma. En concreto, es importante llevar a cabo una serie de medidas de seguridad que se pueden realizar en pro de evitar que la misma pueda ser usada de manera fraudulenta por alguien ajeno.
Exactamente las medidas más importantes son las siguientes:
- Cuando se vaya a sacar dinero en un cajero con una tarjeta hay que comprobar que no hay nadie sospechoso alrededor y que ese no ha sido manipulado. De la misma manera hay que introducir el PIN tapándolo con una mano para evitar que cualquier dispositivo audiovisual pueda captarlo.
- De la misma manera, jamás hay que llevar anotado en la cartera el PIN de la tarjeta, hay que sabérselo de memoria. Y es que si la cartera se extravía o es robada, una persona podrá utilizar la tarjeta al tener a mano el citado código.
- Cuando se realicen compras online es imprescindible llevarlas a cabo en tiendas online que cuenten con plataformas de pago seguras.
- Asimismo, es fundamental comprobar periódicamente los movimientos bancarios de la tarjeta para poder certificar que nadie que no sea el titular ha hecho utilización de la misma.
- En el caso de que se vaya a sacar dinero a un cajero y este no expulse la tarjeta no hay que marcharse dejándola allí. Hay que proceder al número de teléfono establecido en aquel para indicar lo que ha sucedido. De esta manera, el operador indicará los pasos a seguir que, posiblemente, será proceder a anular la tarjeta para evitar que nadie pueda hacerse con ella.
Criterios a tener en cuenta para elegir una tarjeta
Para poder finalizar este artículo sobre las tarjetas, después de toda la información que te hemos dado, llega el momento de tomar la decisión de elegir entre una u otra. En concreto, los criterios que hay que tener en cuenta para poder dar con la idónea son los siguientes:
- La capacidad financiera que se posea, es decir, la cantidad de dinero que se tenga en la cuenta. Y es que eso podrá llevar a decidir si se desea simplemente pagar directamente con los euros que se posean, lo que supondría querer una tarjeta de débito, o si la mejor opción es aplazar el pago de las compras, lo que establecería elegir la tarjeta de crédito.
- Los consumos que se van a realizar también son importantes tenerlos en consideración. Con esto nos referimos a que no es lo mismo llevar a cabo una utilización puntual de la misma o una a diario. Y es que eso supondrá tener en cuenta no solo los tipos de tarjetas más recomendadas sino los intereses, las comisiones e incluso los descuentos o promociones asociadas a unas y otras por su utilización.
- La capacidad que se tenga para gestionar las cuentas. Así si se es una persona capaz de controlar bien los gastos propios, cualquiera de las dos tarjetas es una buena opción. No obstante, si no se es responsable en ese sentido, la mejor alternativa es la de débito porque la de crédito incentiva el consumismo y la despreocupación.
- El coste de la emisión tarjeta así como sus comisiones son, de igual modo, otros aspectos que hay que tener bien en cuenta a la hora de elegir la idónea. Y con esto no nos referimos solo a las de crédito o a las de débito sino también a las prepago, por ejemplo.
La decisión, ahora está en tus manos. ¿Cuál es la mejor tarjeta para ti?
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